viernes, 22 de marzo de 2013

TEODORA, DE PROSTITUTA A EMPERATRIZ DE BIZANCIO



Teodora nació en Siria en el Imperio de Bizancio en el año 500. Teodora gozó de extraordinaria popularidad y poder. Es la mujer más influyente de la historia del Imperio Romano. Tuvo una relación de igualdad amorosa con el hombre más poderoso de la tierra en aquella época, Justiniano I, emperador del Imperio Romano. Justiniano, un hombre muy generoso con los que le amaban, la hizo emperatriz y coregente. Ambos gobernaron el Imperio desde su boda en 523 hasta el fallecimiento de Teodora en 548. La Iglesia Ortodoxa perdono a Teodora su pecado de prostitución. Es Santa de la Iglesia Ortodoxa. Su día se celebra el 14 de Noviembre.


El padre de Teodora era entrenador de osos en Constantinopla, la capital de Bizancio, hoy en día llamada Estambul. Falleció cuando Teodora era una niña. Desde los 12 años Teodora se dedicó a la prostitución para alimentar a su madre y a sus dos hermanas. El propio cristianismo había introducido una valoración especial de las prostitutas. Las vituperadas meretrices podían entrar en el Reino de los cielos antes que los educados fariseos. La ex prostituta María Magdalena fue la primera que anuncio la Resurrección. Otras prostitutas "arrepentidas" fueron hechas santas como Santa Afra, Santa Pelagia, Santa Margarita-Marina y Santa María Egipciaca. 

Transcribimos del libro de Paulo Cesaretti, Teodora, emperatriz de Bizancio, página 65. "Teodora con sus amantes era maliciosa. Los extenuaba con técnicas de hacer el amor siempre nuevas y así conseguía ganarse para siempre su afecto. No esperaba a que los demás la abordasen, sino que ella misma se encargaba de provocar a cualquiera con sus sonrisitas y sus cómicos contoneos. A menudo se reunía para comer con diez jovenes e incluso más, todos en plenitud de sus fuerzas, se acostaba con todos ellos varias veces y cuando estaban exhaustos seguía con sus siervos que podían ser unos treinta".

Teodora gano mucho dinero con la prostitución pero lo malgasto. Siempre estaba comprándose vestidos, joyas y cosméticos en las tiendas de Cosntantinopla.

Cuando Teodora conoció a Justiniano el era un hombre muy ocupado. Era el más ocupado de todo los hombres de su época. El Imperator del más grande Imperio del Mundo. Se decía que Justiniano no tenía tiempo ni para dormir. Dormía muy poco. Se alimentaba sólo de verdura apenas condimentada. Sólo bebía agua. Centraba sus energías en el trabajo mental pero hacia gimnasia todos los días. Era un hombre atractivo de expresión muy viva. Infundía seguridad. Tenía una enorme cultura porque había leído mucho en su adolescencia , su juventud y en su primera madurez. No había perdido el tiempo formándose como futuro emperador. Su tío Justino le hizo heredero del Imperio a su fallecimiento por ser el más capaz entre todos sus sobrinos. 

Con 40 años Justiniano estaba soltero. Era el "soltero de oro", el hombre más deseado del mundo. Todas las familias ricas del Imperio se peleaban porque Justiniano conociera a sus hijas "en edad de casar". Justiniano recibía visitas femeninas en su palacio de Hormisdas con vistas a la Propóntide.

Teodora pidió audiencia con Justiniano. Tras largos meses de espera le fue concedida. El relato del encuentro entre Justiniano y Teodora nos ha llegado en muchas versiones todas ellas coincidentes. Ambos se enamoraron al instante en aquel primer encuentro. Justiniano quedó totalmente fascinado por su belleza y su ternura. El tenía 40 años, ella 20. A Teodora Justiniano le pareció un hombre seguro y tenaz con muy buena salud. Ambos hablaron primero en latín y después en griego. Y luego no hablaron, simplemente hicieron el amor durante varias horas.

Teodora se quedo a vivir en el palacio de Justiniano ese mismo día. Ya no se separaron jamás hasta que ella falleció 28 años después. Justiniano no volvió a estar con ninguna otra mujer ni Teodora con ningún otro hombre. Cuando Justiniano anunció su deseo de casarse con Teodora le dijeron que estaba loco, que era un prostituta. A Justiniano le daba igual lo que le decían. No le importaban nada las habladurías y los cotilleos. Con paso firme y decidido llevó a Teodora al altar y se casaron por la Iglesia Ortodoxa. La boda se celebró en la Antigua Basílica de Santa Sofia (sabiduría en griego). En el mismo lugar Justiniano construyo una de las Iglesias más famosas, bellas y grandiosas del mundo. 

Teodora se hizo muy culta al lado de Justiniano. El le aportaba muchas cosas a ella y ella a el. Justiniano le animo a que diera discursos. Justiniano era un gran orador y un artista en el manejo de la palabra. La Augusta aprendió de el y daba discursos ante los grandes del Imperio. Ambos trabajaban juntos en equipo, gobernaban en equipo, y se lo contaban todo. Formaban una excepcional pareja en la cama, en la vida del hogar y en su trabajo de gobernar el Imperio. Sólo faltaron los hijos que Teodora no pudo tener con el lo que hizo que se centraran aún más en el trabajo. 

Cuando Teodora murió a los 48 años de edad victima de un cáncer Justiniano lloró desconsoladamente durante días y tuvo la primera depresión de su vida. A su dolor se sumó la carga de los problemas que Teodora habría resuelto con su enorme capacidad y que ahora pesaban sobre el sólo cuando tenía cerca de 70 años. Justiniano todavía vivió quince años más pero no quiso volver a estar con ninguna otra mujer. 

Y la Iglesia Ortodoxa hizo Santa a la prostituta Teodora.

 

LA HISTORIA DE JUSTINIANO Y TEODORA LOS EMPERADORES DE BIZANCIO, UNA MUESTRA DEL FUEGO EROTICO DE LA PASION

Muchos piensan que el Imperio Romano termino en el 476 cuando Romulo Augustulo fue depuesto por los hérulos del Rey germano Odoacro que conquistaron la ciudad de Roma. Pero no es así. Cayo la ciudad de Roma pero una nueva Roma surgió en Oriente, en Constantinopla, la ciudad a la que dio su nombre Constantino al convertir al Cristianismo el Imperio Romano en el 313.d.c. El Imperio Romano de Oriente se llamó Bizancio y todavía subsistió 1000 años más. Fue una Roma muy mejorada con muchos más elementos éticos. Bizancio era cristiano, romano y griego a la vez. Tomo todo lo mejor de Roma, de Grecia y del cristianismo. Fue una civilización gloriosa que supero a Roma en todo. 

El más famoso de los emperadores de Bizancio fue Justiniano I el Grande. Flavius Petrus Sabbatius Iustinianus nació en Taursium en Mayo de 483 y murió en la capital de Bizancio , Cosntantinopla (hoy Estambul) en 527. El mejor libro sobre Justiniano es el de William Gordon Holmes. Se titula “The Age of Justinian and Teodora”. Gordon Holmes nos explica que Justiniano heredo el Imperio de su tío Justino. Justiniano tenía una capacidad de trabajo extraordinaria. Se despertaba todos los días a las cuatro de la madrugada para trabajar. Pero a pesar de tanto trabajo su carácter era muy alegre, abierto y extrovertido aunque se relacionaba poco porque pasaba numerosas horas en su despacho.

Promovió grandes monumentos como la famosa Iglesia de Santa Sofia, una de las maravillas del arte clásico. Y en la guerra llevo al Imperio Romano al máximo de su esplendor. 

En 523 conoció a Teodora. Ella era prostituta procedente de una clase social muy baja. Era una obsesa del sexo que llegaba a acostarse con 70 hombres en una sola noche (Cesarrotti, pag 66). Justiniano tenía 40 años. Ella 20. Justiniano se enamoró al instante y desafiando todas las convenciones sociales, las críticas y el cotilleo se propuso casarse con Teodora. Y lo hizo. Ella sería su única esposa y ambos fueron muy felices. Como dice Paolo Cesaretti en su libro “Teodora, Emperatriz de Bizancio” en la página 137 “Teodora prendió el fuego erótico en el pecho de Justiniano y allí lo dejo hasta el final de sus días”. Cesaretti nos relata que Teodora era una mujer extraordinariamente cariñosa que empezó admirando a Justiniano y luego amándolo de verdad. Cesaretti también nos cuenta que Justiniano por su excesiva naturaleza “era incapaz de hacer las cosas a medias” y destino grandes recursos a Teodora y su familia.
Otro de los grandes libros sobre Teodora es “Teodora, Actress, Empress, Whore” de Stella Duffy que nos relata la evolución de Teodora y como transformo su personalidad el amor que tuvo por Justiniano. 

La boda de Justiniano, el hombre más poderoso del mundo en aquel momento, con una prostituta fue un grandísimo acontecimiento social. Como nos relata Cesarotti hubo un velo cubriendo la cabeza de Teodora, intercambio de anillos, palabras de bendición y promesa de entrega recíproca. Teodora se había acostado con varios miles de personas pero a Justiniano eso le era indiferente. Ahora Teodora ceñía la corona imperial y era la emperatriz de Bizancio, del Imperio Romano. Teodora supo estar a la altura de las altas exigencias del puesto. Justiniano y Teodora gobernaron juntos el imperio. “Nada hacia uno sin el consentimiento del otro”. Fueron la pareja perfecta. Ella le hizo feliz a el y el le hizo feliz a ella. 

Justiniano era un hombre muy ordenado en sus hábitos y régimen alimentico. Era vegetariano con especial preferencia por las verduras sin cocinar. Jamás probaba la carne. Gracias a ello vivió en plenitud de salud 82 años, una edad increíble en aquella época. Teodora, aún siendo 20 años más joven murió antes que el. Justiniano lloro amargamente en su funeral y le sobrevivió 17 años más. Justiniano pasó solo los últimos años de su vida encerrado en la soledad. No quiso estar con ninguna mujer y sólo vivió para el recuerdo de su amada esposa. 

Justiniano y Teodora están representados en los mosaicos de la Iglesia San Vital de Ravena. Justiniano es hoy unos de los grandes santos de la Iglesia Ortodoxa que lo venera el 14 de Noviembre.


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