Federica Montseny Mañé (Madrid, España; 12 de febrero de 1905
- Tolosa, Francia; 14 de enero de 1994). Política y escritora sindicalista
anarquista y feminista española. Fue Ministra durante la II República Española,
siendo la primera mujer en ocupar un cargo ministerial en la Europa Occidental.
Era hija de los también anarquistas Teresa Mañé y Juan
Montseny, conocidos por los seudónimos de Soledad Gustavo y Federico Urales
respectivamente, quienes editaban La Revista Blanca, publicación destacada
dentro del pensamiento libertario español durante el primer tercio del s. XX.
Comenzó a escribir y en 1921, con solo 16 años,
publica su primera novela corta, titulada Horas Trágicas. En 1923 comienza a
colaborar en Solidaridad Obrera y en La Revista Blanca hasta 1936. Su primera
novela larga La Victoria, se edita en 1925. En 1930 se une a Germinal Esgleas,
también anarcosindicalista, siendo padres de 3 hijos: Vida (1933), Germinal
(1938) y Blanca (1942).
En 1931 se afilia a la CNT donde en los años
siguientes alcanzará gran protagonismo gracias a sus dotes de gran oradora
entre otras razones. En 1932 lleva a cabo una gira propagandística por
Andalucía que luego proseguiría por toda España y al año siguiente participa en
París en un mitin de protesta sobre la represión en Casas Viejas.
Sin embargo, su máximo protagonismo lo alcanza en
1936, cuando interviene en el Congreso de Zaragoza de la CNT colaborando en la
ponencia sobre comunismo libertario y formando parte de los oradores del mitin
de clausura. Con el estallido de la guerra pasa a formar parte del comité
peninsular de la FAI y en el nacional de la CNT. Se encontraba en Barcelona el
20 de julio de 1936, al fracaso del golpe, y escribiría más tarde “...el día se
extinguía gloriosamente, en medio del resplandor de los incendios, en la
embriaguez revolucionaria de una jornada de triunfo popular...pronto la ciudad
fue el teatro de la revolución desencadenada. Las mujeres y los hombres,
dedicados al asalto de los conventos, quemaban todo lo que dentro de ellos
había, incluso el dinero...”. En noviembre de este mismo año es nombrada
ministra de Sanidad y Asistencia Social del gobierno de la república, cargo que
acepta a pesar de su declarado antigubernamentalismo y las dudas iniciales. Se
convierte así en la primera mujer ministra de España y la Europa Occidental,
pues en otras zonas de Europa ya lo habían sido Alexandra Kollontai (URSS) y
Miina Sillanpää (Finlandia). Sus otros correligionarios en el Gobierno de Largo
Caballero fueron Juan García Oliver (Justicia), Juan Peiró (Industria) y Juan
López (Comercio).
Su efectiva labor en el gobierno se vio limitada
por la escasa duración de su mandato como Ministro de Sanidad y Asistencia
Social del Gobierno de Francisco Largo Caballero que no llegó a alcanzar un
semestre (noviembre de 1936 - mediados de mayo de 1937). Pero en ese corto
espacio de tiempo planeó lugares de acogida para la infancia, comedores para
embarazadas, liberatorios de prostitución, una lista de profesiones a ejercer
por minúsválidos y el primer proyecto de Ley del Aborto en España. De los
lugares para la infancia, en nada parecidos a los deprimentes orfanatos
existentes por entonces, solo se pudo abrir uno cerca de Valencia. Tampoco hubo
tiempo de que llegase a funcionar más de uno de los comedores para embarazadas
en los que se velaba por una completa alimentación. Ninguno de sus otros
proyectos llegó a ejecutarse, y así su proyecto de ley del aborto, a la que se
opusieron otros ministros del gobierno, quedó arrumbado tras su salida del
gobierno debido a los sucesos de mayo de 1937.
Como otros miles de españoles, con el final de la
Guerra Civil Española se hubo de exiliar a Francia, donde fue perseguida por la
Policía Nazi y la Policía Franquista, que pidió su extradición, denegada por
las autoridades francesas, viviendo en libertad vigilada hasta la liberación de
Francia en 1944. Instalada en Toulouse siguió trabajando por sus ideas,
publicando y dirigiendo periódicos anarquistas como CNT y Espoir y realizando
viajes por Suecia, México, Canadá, Inglaterra e Italia.
Con la llegada de la democracia a España en 197)
regresó y continuó con su activismo en pro de la CNT y del Anarquismo, donde
gozó de un enorme prestigio hasta su muerte. En sus últimos años:
"Reivindicó al Estado la devolución del patrimonio sindical incautado a la
CNT tras finalizar la Guerra Civil Española, se opuso firmemente a los Pactos
de la Moncloa y al recién instaurado sistema político constitucional
español".
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