"Los seres humanos en todo el mundo necesitan libertad y seguridad para poder desarrollar todo su potencial" (Aung San Sun Kyi) |
Política
de Myanmar (Birmania), nacida en Rangún el 19 de junio de 1945, está
considerada como uno de los símbolos mundiales de la lucha por la democracia y
la libertad y de la resistencia pacífica frente a la opresión.
Hija de Aung San, político destacado y uno de
los padres de la independencia birmana, que participó en las negociaciones con
Gran Bretaña para poner fin al colonialismo y fue asesinado en 1947 por
nacionalistas radicales, su madre Daw Khin Kyi, ejerció la carrera diplomática
y en 1960 ocupó la Embajada de Birmania en la India. Aung fue educada en Gran
Bretaña, donde se graduó en Filosofía, Economía y Ciencias Políticas por la
Universidad de Oxford y trabajó durante algún tiempo para las Naciones Unidas.
En 1987 publicó una biografía de su padre.
Regresó
a Birmania en abril de 1988 para atender a su madre gravemente enferma, a pesar
de las amenazas recibidas del gobierno militar, liderado por el dictador Ne
Win. Comprobó en aquellos meses la sangrienta represión de las manifestaciones
en las que el pueblo birmano protestaba contra el régimen autocrático y exigía
el restablecimiento de la democracia, y comenzó a organizar un movimiento a
favor de los derechos humanos y de la instauración de un régimen democrático.
Heredera del legado paterno e inspirada en la
política de "no violencia" del Mahatma Ghandi, Suu Kyi organizó
mítines por todo el país para pedir elecciones libres y se convirtió en un
importante símbolo para las esperanzas de su pueblo. Ne Win dimitió en julio de
1988 pero los militares volvieron al poder con un violento golpe de Estado en
septiembre de ese mismo año.
Promovió entonces una intensiva campaña para
el envío masivo de cartas al nuevo gobierno en el que se sugerían reformas
políticas y, a finales de año, junto a otros famosos activistas -entre ellos el
antiguo ministro de defensa U Tin-, fundó la Liga Nacional para la Democracia
(LND), formación en torno a la cual se reunieron todos los miembros de la
oposición. Desafiando la ley marcial, viajó por todo el país y participó en
multitudinarios mítines donde denunciaba los abusos del gobierno militar. Las
relaciones con el poder se volvieron cada vez más tensas y, después de salir
ilesa en abril de 1989 de un atentado perpetrado por un capitán del Ejército,
en julio de ese mismo año fue puesta bajo arresto domiciliario en su domicilio
de Rangún.
La LND obtuvo el 80% de los escaños en las
elecciones de mayo de 1990, que se celebraron a pesar de los continuos intentos
del régimen militar por evitar los comicios y prohibir su candidatura. El
gobierno militar anuló los resultados y confirmó la condena de Aung San Suu
Kyi, a quien le fue negado el contacto con su marido y sus dos hijos. El resto
de la cúpula de la Liga Nacional para la Democracia se exilió en Tailandia,
desde donde iniciaron una intensa campaña internacional para denunciar la
situación de su país y exigir la libertad de Suu Kyi, en la que desempeñó un
papel determinante el marido de la activista, el profesor británico Michael
Aris, con quien se había casado en 1972.
En el mes de noviembre corrieron rumores de
que había caído gravemente enferma a causa de la huelga de hambre que realizaba
en señal de protesta y, un mes después, su marido publicó una recopilación de
sus artículos bajo el título de Freedom
from Fear and Other Writings. En
esta obra aparecía la base de su pensamiento político. Galardonada con el
Premio Sajarov para la Libertad de Pensamiento en 1990, en diciembre de 1991
recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para despertar la
conciencia democrática y por su lucha, con gran riesgo personal, por la defensa
de los Derechos Humanos; causa que le había comportado terribles sufrimientos y
la privación de su libertad.
Su actitud constituyó uno de los más
extraordinarios ejemplos de coraje civil en las últimas décadas del siglo XX.
El gobierno de Rangún rechazó la solicitud de las autoridades suecas para
liberar a Aung San Suu Kyi, con el argumento de que había alterado el orden
legítimo de la nación. Los militares emprendieron una campaña de descrédito
hacia la activista y, mediante un decreto gubernamental, se la apartó en abril
de 1991 de su cargo de secretaria general de la Liga. En su representación
acudió a recoger el Premio Nobel su hijo Alexander.
Con
el fin de mejorar la imagen internacional del país, el régimen levantó su
arresto en 1995 aunque Suu Kyi, que fue reelegida presidenta de la Liga
Nacional para la Democracia, no tenía libertad de movimientos. Entabló
conversaciones con la Junta Militar con el fin de lograr una transición
democrática pacífica y el gobierno trató de lavar su imagen aceptando varias
propuestas de la Liga y ofreciendo una reforma de la Constitución, que en
realidad prolongaba el poder de los militares. Suu Kyi respondió con la
exigencia de una nueva Carta Magna que apartara del poder a la junta castrense.
En 1996, con motivo del aniversario de la
victoria electoral de 1990, se reunieron 10.000 de sus seguidores en la puerta
de su domicilio y en octubre de 1997, cuando se preparaba el Congreso de la
Liga, fueron detenidos quinientos miembros. Suu Kyi fue arrestada de nuevo en
su domicilio y esta vez se le cortó toda comunicación telefónica y se le
prohibió el contacto con las diferentes delegaciones diplomáticas. El gobierno
intentó dividir a su partido apoyando la candidatura de Aung Shwe, aunque
finalmente se permitió la celebración del primer Congreso de la LND, que tuvo
lugar en su residencia.
El 24 de julio de 1998, el gobierno bloqueó su
coche a 50 kilómetros de la capital cuando
iba a reunirse con algunos miembros de la Liga. Permaneció allí seis días en
señal de protesta hasta que fue obligada por la policía a regresar. A finales
de año firmó un comunicado junto a los otros nueve miembros del Comité
Directivo de la Liga Nacional para la Democracia en el que se declaraban como
gobierno legítimo del país hasta que se convocaran elecciones democráticas.
Durante dos años más se sucedieron los
forcejeos con la Junta Militar por su libertad de movimientos y en octubre de
2000 fue nuevamente detenida cuando se disponía a viajar hacia Mandalay.
Permaneció otros diecinueve meses confinada en su domicilio hasta que en los
primeros días de mayo de 2002 el gobierno levantó su arresto. La medida,
solicitada insistentemente por la comunidad internacional, fue adoptada durante
la visita a Rangún del enviado especial de la ONU.
Justo un año después de recuperar parcialmente
su libertad, Suu Kyi y otros líderes políticos fueron detenidos de nuevo en el
norte del país, después de que en un violento enfrentamiento entre
simpatizantes y detractores de la Liga Nacional para la Democracia murieran
cuatro personas. La Junta Militar también ordenó clausurar las sedes del
partido y la autorización para su reapertura no llegó hasta la primavera de
2004. Sin embargo, no hubo entonces medidas de gracia para Suu Kyi y su arresto
fue prorrogado hasta 2005. Antes de concluir ese año, funcionarios del Gobierno
de Myanmar le entregaron en su domicilio de Yangon un comunicado oficial con la
decisión de la Junta de prolongar nuevamente su detención por un periodo de 12
meses.
El 13 de mayo de 2006 recibió uno de los Four
Freedoms Awards del Instituto Roosevelt de Nueva York. La comunidad
internacional, con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, al
frente volvió a clamar por su liberación pero la Junta Militar ofreció la
respuesta de siempre: ampliar otro año más el arresto domiciliario de Suu Kyi.
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