“La humanidad también necesita soñadores, para quienes el
desarrollo de una tarea sea tan cautivante que les resulte imposible dedicar su
atención a su propio beneficio” ( Marie Curie )
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“La vida no es fácil para ninguno de
nosotros. Pero…¡Qué importa!. Hay que perseverar y sobre todo, tener confianza
en uno mismo” ( Marie Curie ) |
Infancia
Marie era la menor de cinco hijos: Zofia (1862), Józef (1863), Bronisława (1865), Helena (1866) y finalmente ella, Marie (1867).
Entre sus intereses destacaba la pasión por la lectura (Marie mostró su afición por la lectura a los cuatro años, edad a la que ya leía perfectamente), especialmente sobre historia natural y física. En la Secundaria fue siempre la primera alumna de su clase, y se destacó por influir en sus compañeras el entusiasmo por el trabajo. Polaco, ruso, alemán y francés eran algunas de las lenguas que Marie dominaba. Más adelante se interesaría por la Física y se graduaría a los 15 años.
En 1891 Marie se inscribe en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona. A partir de ese momento, Marie pasó a llamarse Marie Sklodowska. A pesar de tener una sólida base cultural adquirida de forma autodidacta, Marie tuvo que esforzarse para mejorar sus conocimientos de francés, matemáticas y física, para estar al nivel de sus compañeros.
En 1893 consigue la licenciatura de Física y obtiene el primer puesto de su promoción; en 1894 también se licencia en Matemáticas, la segunda de su promoción. Para financiarse sus estudios de matemáticas, Marie aceptó una beca de la Fundación Alexandrowitch, que le fue otorgada gracias a una conocida llamada Jadwiga Dydyńska. El dinero de la beca (600 rublos) fue restituido por Marie más tarde. En 1894 también conoce al que sería su marido, Pierre Curie, que era profesor de Física. Los dos empiezan a trabajar juntos en los laboratorios y al año siguiente(1895)Pierre se declara a Marie, casándose el 26 de julio, en una boda sencilla en la que les dieron algo de dinero. Con este dinero se compraron dos bicicletas y se pasaron todo el verano viajando por Francia con ellas, hospedándose en fondas y comiendo poco. Su matrimonio duraría, hasta la trágica muerte de Pierre, un total de once años. En 1895 se descubrieron los rayos X y en 1896 se descubre la radiactividad natural. Marie hace su tesis doctoral sobre este último descubrimiento.
Tras una doble titulación, el siguiente reto era la obtención del doctorado. Hasta ese momento, la única mujer que había logrado doctorarse era la alemana Elsa Neumann.
El primer paso era la elección del tema de su tesis. Tras analizarlo con su marido, ambos decidieron centrarse en los trabajos del físico Henri Becquerel, que había descubierto que las sales de uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida. Este trabajo estaba relacionado con el reciente descubrimiento de los rayos X por parte del físico Wilhelm Röntgen. Marie Curie se interesó por estos trabajos y, con la ayuda de su esposo, decidió investigar la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio.
Dirigida por el propio Becquerel, el 25 de junio de 1903 Marie defendió su tesis doctoral, titulada Investigaciones sobre las sustancias radiactivas, ante un tribunal presidido por el físico Gabriel Lippmann. Obtuvo el doctorado y la mención cum laude.
Tras la muerte de su esposo en 1906, Marie obtuvo la cátedra de Física en la Sorbona que había sido otorgada a Pierre en 1904.
El 15 de noviembre de 1906 Marie Curie dio su primera lección. La expectación era máxima ya que se trataba de la primera vez que una mujer impartía una clase en la universidad. Allí acudió un gran número de personas; muchas de ellas ni siquiera eran estudiantes. En aquella primera sesión, Marie habló sobre la radiactividad.
Marie y Pierre estudiaron las hojas radiactivas, en particular el uranio en forma de pechblenda, que tenía la curiosa propiedad de ser más radiactiva que el uranio que se extraía de ella. La explicación lógica fue suponer que la pechblenda contenía trozos de algún elemento mucho más radiactivo que el uranio.
También descubren que el torio podía producir radiactividad. Tras varios años de trabajo constante, a través de la concentración de varias clases de pechblenda, aislaron dos nuevos elementos químicos. El primero, en 1898, fue nombrado como polonio en referencia a su país nativo. Polonia había sido particionada en el s. XVIII entre Rusia, Prusia y Austria, y la esperanza de Skłodowska-Curie fue nombrar al elemento con el nombre de su país nativo para atraer la atención hacia la pérdida de su independencia. El polonio fue el primer elemento químico que recibió su nombre por razones políticas. El otro elemento fue llamado Radio (Ra) debido a su intensa radiactividad. Siempre trabajaron durante estos años en un cobertizo y Pierre era el encargado de suministrar todos los medios y artilugios para que Marie trabajara. Pierre tenía temporadas de una gran fatiga que incluso le obligaban a reposar en cama, además de que los dos sufrían quemaduras y llagas producidas por sus peligrosos trabajos radiactivos.
Poco después Marie obtuvo un gramo de cloruro de radio, lo cual consiguió tras manipular casi ocho toneladas de pechblenda. En 1902 presentan el resultado y les invitan a todas las sedes científicas, y a todas las cenas y reuniones sociales, lo que les lleva a la fama. Los científicos les mandaban cartas y los estadounidenses les pedían que dieran a conocer todos sus descubrimientos. Tanto Pierre como Marie aceptan y prestan todas sus investigaciones sin querer lucrarse de ello mediante patentes, un hecho que es aplaudido por todo el mundo.
Junto con Henri Becquerel y Pierre Curie, Marie fue galardonada con el Premio Nobel de Física en 1903, "en reconocimiento por los extraordinarios servicios rendidos en sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel". Fue la primera mujer que obtuvo tal galardón. Recibieron por él 15.000 dólares, una parte de los cuales utilizaron para hacer regalos a sus familias y comprarse una bañera. Poco después, en 1904, Pierre se consolidó como profesor titular en la Facultad de Ciencias de la Sorbona (donde ya enseñaba desde 1900). La fama les abrumó y se concentraron en sus trabajos. En el mismo año tuvieron a su segunda hija, Ève, tras sufrir Marie un aborto, probablemente producido por la radiactividad.
El 19 de abril de 1906 ocurrió una tragedia: Pierre fue atropellado por un carruaje de seis toneladas, y murió sin que nada se pudiera hacer por él. Marie quedó muy afectada, pero quería seguir con sus trabajos y rechazó una pensión vitalicia. Además asumió la cátedra de su marido, y fue la primera mujer en dar clases en la universidad en los 650 años transcurridos desde su fundación.
En 1910 demostró que se podía obtener un gramo de radio puro. Al año siguiente recibió en solitario el Premio Nobel de Química «en reconocimiento por sus servicios en el avance de la Química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento». Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, dejándolo abierto a la investigación de toda la comunidad científica.
Marie Curie fue la primera persona a la que se le concedieron dos Premios Nobel en dos diferentes campos. La otra persona que lo ha obtenido hasta el presente es Linus Pauling (Química y Paz). Dos premios Nobel en el mismo campo lo han obtenido John Bardeen (Física) y Frederick Sanger (Química). Marie Curie presidió, por otra parte, el Instituto del Radio y trabajó en el gran laboratorio Curie. Tiempo después de la muerte de su marido, inició una relación de pareja con el físico Paul Langevin, quien estaba casado, lo que generó un escándalo periodístico con tintes xenófobos.
Etapa final de su vida
Durante la Primera Guerra Mundial Curie propuso el uso de la radiografía móvil para el tratamiento de soldados heridos. El coche llevaba el nombre de Petit Curie. Su hija Irène, con 18 años de edad, empieza a ayudarla. El gramo de radio lo dona a la investigación científica; luego le darían otro que también donaría al Instituto del Radio de Varsovia. En 1921 visitó los Estados Unidos, donde fue recibida triunfalmente. El motivo del viaje era recaudar fondos para la investigación. En sus últimos años fue asediada por muchos físicos y productores de cosméticos, que usaron material radiactivo sin precauciones.
Sólo unos meses más tarde de su última visita a Polonia, en la primavera de 1934, Curie, después de quedarse ciega, murió, el 4 de julio de 1934, en la Clínica Sancellemoz, cerca de Passy (Alta Saboya, Francia), a causa de una anemia aplásica, probablemente debida a las radiaciones a las que estuvo expuesta en sus trabajos, y cuyos nocivos efectos eran aún desconocidos. Fue enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur de París.
Sesenta años después, en 1995, sus restos fueron trasladados, junto con los de Pierre, al Panteón de París. En el discurso pronunciado en la ceremonia solemne de ingreso, el 20 de abril de 1995, el entonces Presidente de la República, François Mitterand, dirigiéndose especialmente a sus nietos y bisnietos, destacó que Marie, que había sido la primera mujer francesa en ser doctora en Ciencias, en ser profesora en la Sorbona, y también en recibir un Premio Nobel, lo era nuevamente al reposar en el famoso Panteón de París por sus propios méritos (en lo que sigue siendo la única al día de hoy ).
Su hija mayor, Irène Joliot-Curie (1897–1956), también obtuvo el Premio Nobel de Química, en 1935, un año después de la muerte de su madre, por su descubrimiento de la radiactividad artificial. La segunda y longeva hija del matrimonio, Ève (Eva Curie, 1904–2007), periodista, pianista y activista por la infancia, fue el único miembro de la familia que no se dedicó a la ciencia. Escribió una biografía de su madre, Madame Curie, que se publicó simultáneamente en Francia, Inglaterra, Italia, España, Estados Unidos y otros países en 1937, y fue un best-seller, aunque en los últimos años se le ha criticado el haberla edulcorado, omitiendo detalles importantes como la relación de Marie, ya viuda, con un antiguo alumno de su marido, el casado Paul Langevin, o los muchos problemas e insultos que Marie tuvo que soportar a causa de algunos importantes círculos científicos franceses, y de cierta prensa sensacionalista.
Legado en la cultura popular
Además de la exitosa biografía escrita por su hija Eva Curie en 1937 (publicada en español dentro de la colección Austral), en 1943 se hizo una película biográfica a partir de ella dirigida por Mervyn LeRoy, Madame Curie. En 1997 el director de cine francés Claude Pinoteau estrenó otra película, Les palmes de M. Schutz (conocida en español como Los méritos de Madame Curie), en la que se relata su vida desde que conoce a su marido hasta el descubrimiento del radio.
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