martes, 2 de abril de 2013

ÉMILIE DU CHATELET (GABRIELLE ÉMILIE LE TONNELIER DE BRETEUIL )


Émilie du Châtelet (París, 17 de diciembre de 1706 - Lunéville, 10 de septiembre de 1749, cuyo nombre completo era Gabrielle Émilie Le Tonnelier de Breteuil, Marquesa de Châtelet). Filósofa, matemática y física francesa, traductora de Isaac Newton al francés y difusora de sus teorías.

Gabrielle-Émilie le Tonelier de Breteuil nació el 17 de diciembre de 1706) en París, hija de Louis Nicolas Le Tonnelier, barón de Breteuil, y de Gabrielle-Anne de Froulay. Fue la única mujer entre seis hermanos, de los que solo otros 3 sobrevivieron hasta la edad adulta.



Su padre, el Barón de Breteuil era introductor de embajadores de Luis XIV y contaba con antepasados en la magistratura y en las finanzas. Se casó tardíamente con la madre de Émilie y antes de ello mantuvo un largo y apasionado romance con Anne Bellinzani, una inteligente mujer interesada en la astronomía, con la que tuvo una hija ilegítima, Michelle. Émilie apoyó años más tarde a su hermanastra cuando esta pidió el reconocimiento de paternidad y la compensación económica correspondiente.

El Barón de Breteuil fue amigo de filósofos y en su salón de París se recibía frecuentemente a científicos y matemáticos como Bernard de Fontanelle. Algunos de los personajes que visitaban a la familia, como Mme de Mézières, animaron a Émilie a desarrollar sus facultades intelectuales.



El Barón de Breteuil era liberal en la educación de sus hijos y sobre todo de su hija, a la que dio la misma formación que a sus hermanos. De este modo, aunque Émilie no pudo asistir a los colegios para hombres ni a la Universidad, tuvo una exquisita formación con los mejores preceptores. A los 10 años ya había leído a Cicerón y estudiado matemáticas y metafísica; a los 12 hablaba inglés, italiano y alemán, y traducía textos del latín y el griego de autores como Aristóteles y Virgilio. También recibió clases de equitación, esgrima y gimnasia, algo poco habitual en las mujeres de su época. Además, era aficionada a la música y tocaba el clavecín. Sin embargo, su disciplina favorita era la matemática.

A los 19 años Émilie fue presentada en la Corte de Versalles y disfrutó durante unos años de su glamour y extravagancia. Se casó con el marqués du Chastellet-Lomont el  20 de junio de 1725, cuando ella tenía 19 años y él 30. Aunque su esposo era “Marquis du Chastellet” y ella firmó con ese nombre sus publicaciones, la versión de su apellido como “Châtelet”, que fue introducida por François Marie Arouet Voltaire, se ha convertido en la habitual. El marqués era el hijo mayor de la Casa Du Châtelet, y como tal heredó el título y el oficio militar. Además, su padre le nombró gobernador de Semur-en-Auxois, en la Borgoña, como regalo de boda. Aunque la Familia Du Châtelet no era rica, el matrimonio fue ventajoso para Émilie ya que la elevaba en su posición social y la emparentaba con la nobleza militar.



Después de su matrimonio la pareja pasó cierto tiempo en Semur-en-Auxois, pero también vivió en París y otros lugares. El Marqués du Châtelet dedicaba bastante tiempo a sus obligaciones en su guarnición, por lo que pasaba largos períodos separado de su esposa. Tras la muerte del padre de Émilie en 1728, esta hizo varias visitas a su madre en Créteil.

Émilie tuvo 3 hijos en su matrimonio: Gabrielle Pauline en (1726), Louis Marie Florent en (1729) y Victor-Esprit en (1733), quien murió a los pocos meses, en el verano de 1734. Después de ello, Émilie, que tenía por entonces 28 años, decidió no tener más hijos, aunque pasados los cuarenta años volvería a quedarse embarazada y moriría a consecuencia del parto.

La vida social de la Marquesa Émilie Du Châtelet en París era intensa. Contaba con un grupo pequeño y selecto de amigos y frecuentaba los ambientes habituales de las personas de su clase, como la ópera, el teatro, las tertulias o las cenas tardías. En estos años se labró una cierta reputación de frivolidad debido a sus frecuentes amoríos y según algunos críticos era el modelo femenino de la conducta libertina. Entre sus amantes estuvieron el duque de Richelieu, paradigma del noble libertino en la época, y los matemáticos Maupertuis y Clairault, ambos además profesores de la marquesa.

En esa época, las reuniones en la Academia de las Ciencias Francesa eran el centro de las discusiones científicas, pero no estaban abiertas a las mujeres. Los otros lugares donde se discutían estas cuestiones eran los cafés de París, pero allí tampoco dejaban entrar a las mujeres. En una ocasión, en 1734, Émilie du Châtelet intentó entrar en el Café Gradot para discutir de matemáticas con Maupertuis. Este café de París era el más famoso como lugar de reunión de matemáticos, astrónomos y físicos. A Émilie du Châtelet, sin embargo, le prohibieron la entrada porque no se admitía a mujeres. Esta volvió una semana más tarde, pero vestida como un hombre. No intentaba engañar a nadie, sino poner en evidencia lo que consideraba una regla ridícula. Esta vez la dejaron entrar y la sirvieron adecuadamente.

François Marie Arouet Voltaire y Émilie du Châtelet se habían conocido cuando esta era una niña, ya que el filósofo había visitado ocasionalmente la casa de su familia. Se reencontraron en mayo de 1733, en una de las primeras ocasiones en las que Émilie du Châtelet salió después del nacimiento de su tercer hijo, y establecieron rápidamente una fuerte relación.

En mayo de 1734, cuando Émilie du Châtelet y François Marie Arouet Voltaire asistían en la Borgoña a la boda del duque de Richelieu, amigo de ambos, llegaron de París rumores de que había una orden de arresto contra François Marie Arouet Voltaire a causa de sus “Cartas Inglesas” (después publicadas como "Cartas Filosóficas"), que habían sido editadas sin permiso. Ante estas circunstancias, Émilie du Châtelet le ofreció refugio en su Castillo de Cirey, en el norte del país, donde podía conservar el anonimato y salir rápidamente de Francia si fuera necesario. El 4 de mayo de 1734, François Marie Arouet Voltaire se dirigió a Cirey para instalarse.

Estando François Marie Arouet Voltaire aún en el castillo, dado que la orden de arresto seguía en pie, Émilie du Châtelet volvió a París, pero fue madurando la idea de vivir con él. En el verano de 1735 se trasladó de nuevo a Cirey, donde permaneció durante algunos años, con lo que buscaba tanto la seguridad de François Marie Arouet Voltaire como una relación segura y duradera. El Castillo de Cirey se convirtió en el centro de promoción de la física newtoniana en Francia y era frecuentado por algunos de los científicos más importantes del momento. Sus habitantes establecieron un contacto permanente con los más importantes matemáticos y físicos de su época y con las academias científicas de Berlín, Escandinavia y Rusia.

En los años que pasó en Cirey, Émilie du Châtelet desarrolló un proyecto de vida personal basado en el amor, en la amistad y en el estudio. La pareja acumuló una biblioteca de 21000 volúmenes, que era el equivalente de una biblioteca universitaria en el s. XVIII, y que incluía tanto autores antiguos como contemporáneos. Émilie du Châtelet prosiguió con sus propios estudios, leyó a autores ingleses como Jhon Locke y Bernard Mandeville y sobre todo estudió álgebra y física, decantándose por la teoría newtoniana frente al cartesianismo imperante en Francia en aquellos momentos. Además, se preocupaba activamente de la casa y de su arreglo personal, ya que era muy aficionada a las joyas y los aderezos. Esta es la imagen representada en el retrato que le pintó Maurice Quentin de La Tour, como una mujer que ostentaba tanto su condición femenina (con joyas y “pompones”, como decía François Marie Arouet Voltaire) como su capacidad como científica, con los instrumentos habituales de la física.

Hacia 1745 la relación sentimental entre Émilie du Châtelet y François Marie Arouet Voltaire se rompió, ya que este mantenía en ese momento un intenso romance con Mme Denis. Sin embargo, su relación de amistad era tan fuerte que siguieron viviendo juntos hasta la muerte de Émilie.

A principios de 1748, en una visita a la corte del Duque Estanislao en Lunéville, en la Lorena, Émilie conoció a Jean François de Saint-Lambert, un joven poeta y oficial de la guardia del duque que frecuentaba la corte como protegido de Mme de Boufflers. Émilie se enamoró profundamente de él y en los 2 años escasos que duró la relación le escribió continuamente largas y apasionadas cartas. En cambio, los sentimientos de Saint-Lambert por Mme du Châtelet parecían menos intensos y mostraba cierta frialdad hacia ella. En esta época Émilie estaba trabajando en la traducción de los "Philosophiae naturalis principia mathematica" de Isaac Newton.



Cuando en 1749 supo que estaba embarazada, intensificó su trabajo, ya que tenía el presentimiento de que el parto podía ser fatal. Terminó la obra el mismo día de su muerte. El parto tuvo lugar el 3 de septiembre de 1749, y durante unos días todo pareció ir bien. Sin embargo, el 9 de septiembre de 1749 Émilie empezó a sentirse muy mal y a tener una alta fiebre. Al día siguiente pidió que le entregaran la traducción de los Principia y le añadió la fecha “10 de septiembre de 1749”. Poco después perdió el conocimiento y murió ante la presencia de su marido, de Saint-Lambert y de François Marie Arouet Voltaire. Su hija murió poco después.

Se han dado nombre a un asteroide y a un cráter de Venus en su honor. La opera "Émilie" (2008), de Kaija Saariaho, trata de los últimos momentos de la vida de Émilie du Châtelet. También hay dos obras de teatro basadas en su vida: Legacy of Light, de Karen Zacarías y Emilie: La Marquise Du Châtelet Defends Her Life Tonight, de Lauren Gunderson.



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