domingo, 24 de marzo de 2013

APHRA BEHN


Aphra Behn (Wye, Kent, 1640 - Londres, 16 de abril de 1689). Escritora y espía inglesa. Nació en julio de 1640 como segunda hija de Bartholomew Johnson, un humilde barbero, y Elizabeth Denham, y fue bautizada el 14 de diciembre de 1640; se discute mucho sin embargo su lugar y fecha de nacimiento. Fue llevada muy niña a la Guayana holandesa, en Surinam, donde asistió adolescente a varias rebeliones de esclavos, vivencias que luego plasmaría en su novela Oroonoko; al pasar Surinam a manos holandesas volvió a Londres a los 18 años en 1658, y casó en 1664 con un comerciante alemán, Behn, muy acaudalado, con lo que puedo alternar con la brillante y licenciosa sociedad de la Restauración.


Tras la oscura muerte de su marido a los 3 años de matrimonio, llegó a alcanzar un éxito desmedido a causa de sus sonadas conquistas amorosas, entre ellas al parecer el mismo Rey Carlos II, para el cual trabajó como espía en Amberes en 1666 durante la guerra con Holanda (1665-1667) bajo el nombre falso de Astrea, a cambio de una paga miserable. Perdió su fortuna y al volver a Inglaterra pasó un breve tiempo en prisión por deudas, por lo que a partir de 1670 tuvo que sostenerse solamente de la literatura.


Fue la primera escritora profesional en la literatura inglesa y amistó con escritores importantes como John Dryden; compuso una veintena de audaces comedias de argumento amoroso, poemas, dramas y novelas, entre las que destaca "Oroonoko o El esclavo real" (1688), la primera novela antiesclavista y donde se anticipa el realismo de Daniel Defoe, por lo que se considera además la madre de la novela inglesa. Su argumento es el siguiente: el heredero de un supuesto reino africano, Coramantien, personaje idealizado en términos prerousseaunianos y llamado Oroonoko, tras casarse con la bella Imoindia, es vendido junto a su esposa como esclavo. 

Separados por sus amos, el matrimonio volverá a unirse con posterioridad. Oroonoko capitaneará entonces una revuelta de esclavos. Capturado por sus enemigos, morirá entre terribles torturas. En esta obra subvierte las ideas de su tiempo sobre los pueblos "no civilizados", y muchos ven en ella la primera novela filosófica en lengua inglesa, antecesora del "Emilio o de la Educación" de Jean Jacques Rousseau. Lo que es indudable es que impulsó el desarrollo de la novela inglesa; además, proporcionó la base para la tragedia homónima del dramaturgo inglés Thomas Southerne (1695). También es interesante la primera parte de Love Letters Between a Nobleman and His Sister (1683), una novela epistolar en clave que es la primera en la literatura inglesa.


En 1688 publicó también dos relatos en prosa, "The Fair Jilt" y "Agnes de Castro", esta última sobre el famoso tema de la desdichada muerte de la amante del rey de Portugal Inés de Castro. Entre sus colecciones de versos destacan "Poems on Several Occasions" (1684) y "Miscellany" (1685). Aphra Behn se dedicó también a hacer traducciones pane lucrando desde el francés y el latín al inglés.

Lo mejor de su arte se contiene sin embargo en sus comedias, entre las que destacan "El Matrimonio Forzoso" (1670), "Las Cortesanas Fingidas" y "El Vagabundo", obra en dos partes fechadas en (1677) y (1681) respectivamente donde narra las aventuras de un grupo de caballeros ingleses en Madrid y Nápoles durante el exilio de Carlos II. En su farsa El Emperador de la Luna (1687) se inspira en la Commedia dell Arte, haciendo avanzar el género de la pantomima moderna.



También son importantes "La madeja" (1677, segunda parte 1681), "La heredera" (1682), una sátira de la vida londinense, y Golpe de suerte (1686), donde aborda uno de sus temas favoritos: el disparate que suponen los matrimonios de conveniencia. Alcanzó con estas obras patrocinadas por el duque de York un éxito formidable. Su cinismo y actitud desinhibida en cuestiones sexuales y su exaltación de la pasión y el placer la hicieron por extremo popular. En sus obras trata preferentemente la relación entre el sexo y el poder, tanto en lo personal como en lo político. Su actitud desenvuelta e independiente no se consideraba propia de una mujer, por lo que tuvo que soportar una cierta fama de libertina. Fue sepultada en la Abadía de Westminster y Virginia Woolf reivindicó su memoria en Una habitación propia.


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