“Señor, ojalá muera en escena. ¡Es mi campo de batalla!” (
Sara Bernhardt )
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(Henriette Rosine Bernard; París, 1844 - 1923)
Actriz de teatro francesa, considerada a menudo la mejor actriz de todos los
tiempos. Era hija de una familia judía de origen holandés, aunque fue bautizada
y educada en la religión católica por disposición de su padre en el testamento.
Se formó en el monasterio de Grands Champs, en Versalles, en cuyo pequeño
teatro comenzó a actuar en funciones colegiales. Estudió interpretación en el
Conservatorio de París desde 1858, por consejo del duque de Morny, y fue discípula
de Prevost y Samson. Allí obtuvo el segundo premio de comedia y tragedia al
acabar sus estudios.
Interpretó
en alguna ocasión, aunque con poco éxito, obras cómicas, y triunfó en la
tragedia y el melodrama. Con un hijo de una pareja anterior, contrajo
matrimonio con Jacques Damala en 1882 y se separó de él en 1883. Su primera
actuación en la Comédie Française fue como Iphigénie, en Iphigénie, de Racine (1862),
sin mucho éxito, como tampoco lo obtuvo en el Gymnase en 1863. Su espíritu
independiente hizo que, al día siguiente del estreno de Un mari qui lance sa femme, de
Deslandes (1864), en el Gymnase, en la que desempeñaba uno de los papeles
protagonistas, saliera de París dejando una nota con las palabras
"Perdonad a esta pobre loca...".
Viajó por España y, al regresar a París, no
encontró teatro alguno que le permitiese trabajar. Finalmente pudo interpretar
el papel de Pricesa Désirée en La
biche aux bois, de Coignard. Entró en el Odéon gracias a la protección de
Camilo Doucet y de Duquesnel y debutó como Silvia en Le jeu de l'amour et du hasard,
de Marivaux (1866). Quizá las obras con que consiguió mayor éxito aquí fueron Athalie, Ruy Blas, Rey Lear y Le
Passant. Conquistó al público por su dicción perfecta y su voz armoniosa,
así como por su distinción y el sentimiento que imprimía a sus
caracterizaciones.
En este Théâtre de l'Odéon organizó en 1870 un
hospital para los heridos en el cerco de París, durante la guerra
franco-alemana, y abandonó temporalmente el teatro; pero volvió a la Comédie
Française en 1872, contratada por Perrin en condiciones muy ventajosas, y llegó
a ser sociétaireen 1875.
La primera obra que hizo en esta nueva etapa en la Comédie fue Mademoiselle de Belle-Isle, el
6 de noviembre de 1872, con la que no tuvo tanto éxito como con Britannicus.
A partir de entonces, todas sus
interpretaciones recibieron una acogida excepcional en el público y en la
crítica. En 1874 hizo Phèdre,
de Racine, que el público había visto representar a la famosa actriz Rachel; no
obstante, el triunfo de Bernhardt fue completo. Su intuición en captar la
psicología de los personajes se complementaba con el talento que mostraba en
sus arranques de pasión intensa y en sus exhibiciones de sentimiento y de
patetismo, y su voz se hizo famosa como la voix
d'or. El público llenaba los teatros y la idolatraba.
Debutó en Londres en 1879 con la compañía de
la Comédie Française y también obtuvo un éxito sin precedentes. De regreso a
París, tuvo una salida controvertida de la Comédie en 1880; cansada del trabajo
metódico de la compañía, al día siguiente del estreno de L'aventurière, de Augier (17 de
abril de 1880), presentó su renuncia a su puesto de sociétairecon la excusa de una
mala crítica en prensa. Se retiró a una casa que tenía cerca del Havre, y
Perrin, gerente de la Comédie, la demandó ante los tribunales para exigirle una
indemnización de 300.000 francos. Los jueces condenaron a la actriz a pagar
100.000 y las costas.
“La vida aporta vida. La energía crea energía. Es mediante
la expansión de nosotros mismos que nos volvemos ricos” ( Sara Bernhardt )
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Mientras,
Sarah Bernhardt montó su propia compañía en 1880, con la que hizo la primera de
sus muchas giras por los Estados Unidos de América en 1881 y ganó cientos de
miles de francos. Fue durante este viaje cuando se casó con el actor de origen
griego Jacques Damala. De regreso a París, dirigió una compañía en el Théâtre
Ambigu en 1881 con su hijo Maurice; montó otra compañía en el Théâtre du Porte
Saint-Martin entre 1883 y 1886; estrenó Fédora,
de Sardou, en el Vaudeville (1882); Nana
Sahib, de Richepin (1883), en el Théâtre du Porte Saint-Martin; y Macbeth, de Shakespeare (1884),
en el mismo teatro. En la escena del sonambulismo de Lady Macbeth obtuvo uno de
los mayores éxitos de su carrera.
Se declaró en bancarrota en 1883, pero con los
inicios de la década de los noventa se embarcó en una gira mundial entre 1891 y
1893; partió hacia Nueva York el 23 de enero de 1891 y llegó allí el 5 de
febrero, con un contrato que le daba una parte considerable de los ingresos de
taquilla. Allí publicó un artículo titulado "El idealismo y el realismo en
el arte". En Australia tuvo conflictos con el público; luego pasó a Egipto
y, finalmente, a Europa en mayo de 1892, después de dar 303 funciones de Tosca y 46 de Cleopatra. Desde entonces sólo
actuó por cuenta propia.
De vuelta a París se asoció con Coquelin para
representar L'Amphitryon,
de Molière, y Magda, de
Sudermann. Fue por aquel entonces cuando una de las actrices de la compañía con
la que había viajado a América escribió Les
voyages de Sarah Bernhardt en América y
una segunda parte, Mémoires de
Sarh Barnum, en las que criticaba a la Bernhardt, que había llegado a darle
un latigazo en la cara y a batirse en duelo a florete con ella. Sarah
Bernhardt, ajena a la polémica, dirigió entonces el Théâtre de la Renaissance
(1893-1899) y alquiló el Théâtre des Nations, que tomó el nombre de Théâtre
Sarah Bernhardt (1899-1923), donde representó el papel de Hamlet y, entre otras
obras, L'aiglon, de
Rostand (1900).
Reunió fondos para los heridos de la Primera
Guerra Mundial y sufrió la amputación de la pierna derecha en 1915. Su última
gira por los Estados Unidos de América fue en 1916-1918 y su última temporada
en Londres en 1921. Recibió la Légion d'Honneur en 1913. Su muerte la
sorprendió en el rodaje de La
voyante en 1923, a pesar de haber convertido la habitación de su
hotel en un improvisado estudio para evitar los traslados y las molestias.
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