TASLIMA NASRIN

Taslima Nasrin (Nació el 25 de agosto de 1962 en Mymensingh, Bangladés con el nombre de Nasrin Jahan Taslima de Rajab Ali e Idul Ara aunque es conocida por su nombre "Taslima" en lugar de "Nasreen"). Es una mujer bengalí de profesión médica que posteriormente se convirtió en escritora feminista y que se describe a sí misma como humanista secular y atea.

A partir de un modesto perfil literario a finales de la década de 1980, logró un ascenso meteórico a la fama mundial a finales del s. XX por su grave y severa crítica del Islam (y de la religión en general) con la publicación de su libro "Venganza". Debido a las reiteradas amenazas a su vida hechas por fundamentalistas islámicos, Taslima Nasrin tuvo que refugiarse primero en India, sin embargo, la constante preocupación por su seguridad allí también, la obligaron a permanecer oculta y con paradero desconocido durante varios meses bajo una estricta vigilancia. Más tarde se mudó a Suecia y planeaba regresar a India para finales de agosto de 2008.

En 1982 se enamoró del poeta Rudra Mohammad Shahidullah y huyó de casa para casarse con él, se divorciaron en 1986. Más tarde se casó con el periodista y editor Nayeemul Islam Khan y se divorciaron en 1991. Ese mismo año se casó con Minar Mahmood, director del ahora desaparecido semanario Bichinta, se divorciaron en 1992.

Es de admirar una mujer que nació en un lugar tan dominado por dogmas extraños e intolerantes, y que se atreviera a alzar la voz. He aquí un par de sus frases más destacadas:

"La religión es el primer obstáculo contra el avance de la mujer. Las religiones atrasan al ser humano, van en contra de la ciencia y el progreso. Las religiones envuelven a las personas con el miedo a lo sobrenatural. Les prohíbe que se rían y no les permite que ejerciten su derecho a tomar decisiones".

"No encuentro ninguna diferencia entre el Islam y el fundamentalismo islámico. Creo que la religión es la raíz, y de la raíz crece el fundamentalismo como un tallo venenoso. Si quitamos el fundamentalismo y dejamos la religión, en un momento u otro el fundamentalismo volverá a crecer. Necesito decir esto porque algunos liberales siempre defienden al Islam y culpan a los fundamentalistas de crear problemas. Pero es el Islam mismo el que oprime a las mujeres. El Islam mismo no permite la democracia y viola los derechos humanos".